sábado, 12 de octubre de 2013

Nuevos talleres de reflexión!!

Hola a tod@s!

Les dejo la invitación a los nuevos talleres de reflexión que coordinaré proximamente:

El primero de ellos, el de siempre:

ü  Está dirigido a madres y/o padres que quieran reflexionar sobre el vínculo con sus hij@s adolescentes y los desafíos actuales que implica esta tarea.

ü  Constará de cuatro encuentros que se desarrollarán bajo la modalidad de taller. 
      
“Ser adolescente HOY- Ser madre/padre de adolescentes en la sociedad de HOY”

Cuestión que trabajaremos a partir de estos items:

- Función de los padres en el vínculo con el hijo/a adolescente. Dificultades en el contacto intergeneracional: algunos rasgos  de época.

- Características de la transición adolescente; crecimiento y cambios.

- La adolescencia como período no lineal: demoras- retrocesos-atascamientos temporarios.

- Ser adolescente en nuestra sociedad HOY; una tarea difícil. 

 Y ya que venimos pensando juntos sobre los supuestos jóvenes ni-ni (sugiero lectura de mi artículo sobre el tema en la entrada anterior), y frente a tanto uso político que se viene haciendo del discutible concepto, llevaré también adelante un segundo taller esta vez :
                   Para jóvenes entre 18 y 25 años
                   Con ganas de pensar sobre las idas y venidas en sus estudios y/o trabajo. 

Zona : Quilmes centro
Comienzo: Taller para  padres,  martes 22-10 18.30 hs
.                Taller para jóvenes,  viernes 25-10 16.30 hs
Duración: alrededor de 2 hs cada encuentro.
Ambos talleres son con inscripción y entrevista previa, por lo cual sugiero llamar cuanto antes.                     
Teléfono: 1554971500
Mail: monicaro05@yahoo.com.ar

domingo, 1 de septiembre de 2013

¿Existen los jóvenes ni- ni?

                                                                                                        Por Mónica I. Rodríguez

Desde hace algún tiempo se ha puesto en circulación esta denominación para aludir  a aquellos jóvenes aproximadamente entre los 20 y 30 años, que inmersos en una  adolescencia prolongada o tardía, se encuentran, de alguna manera, estancados o detenidos en el pasaje entre la juventud y la adultez.
Un joven “ni-ni” sería desde la perspectiva de quienes hacen uso de tal denominación, aquel muchacho o muchacha carente de iniciativa, indiferente y falto de proyectos que no se molesta en formarse ni en siquiera buscar un trabajo.
Varios autores han  estudiado y escrito sobre este fenómeno que han dado en llamar generación Ni Ni. En Argentina, por mencionar una publicación relativamente reciente, se ha editado el libro “Generación Ni Ni, jóvenes sin proyectos que ni estudian ni trabajan”(1), en el que el autor  se refiere a la alteración en la construcción de categorías fundamentales del crecer en estos jóvenes, como lo son el umbral de frustración, el sentido de responsabilidad y la capacidad de decisión.
Es también una terminología que se ha masificado a partir del uso que hacen de ella los medios de comunicación. Por caso, una conocida periodista radial en su referencia al problema de inseguridad que como sociedad nos aqueja, mencionaba  semanas atrás “el problema de los ni-ni” aludiendo a una estadística según la cual existen más de un millón de jóvenes en Argentina que ni estudian ni trabajan.
Varias fuentes ubican el surgimiento del término  hace pocos años en España a partir de un estudio del instituto nacional de estadística  de dicho país, haciéndose extensivo posteriormente a otros países, entre ellos aquí en Argentina.
Sin embargo, en  la misma España, donde parece haberse originado el término, se han alzado opiniones de especialistas en adolescencia que advierten sobre la parcialidad del concepto, el que consideran que puede resultar más peyorativo que informativo. Entre ellos el psicólogo y educador Jaume Funes, quien ha dicho al respecto: “hay que definir a las personas por aquello que son y no por lo aquello de lo que, por el motivo que sea, carecen“.
Por otra parte, ¿nos dicen algo acaso las denominaciones y estadísticas acerca de los conflictos que enfrentan los jóvenes en crecimiento?
¿Existirán otras miradas posibles de los por definición y en esencia aletargados y difíciles procesos adolescentes?
En su memorándum sobre la juventud de 1967 (2), Erik Erikson, un estudioso sobre los procesos del crecimiento humano, en particular de la adolescencia, postulaba, junto a   la reverberación de un fuego interior de emociones e impulsos en el adolescente, la vigencia de  cierto pensamiento estereotipado con respecto a la juventud. Dijo al respecto: “Es que la juventud es, después de todo, un fenómeno generacional, aunque sus problemas sean ahora tratados como los de una tribu extraña procedente de Marte. Las acciones de los jóvenes son siempre en parte y por necesidad, reacciones a los estereotipos sostenidos frente a ellos por sus mayores. Comprender esto se vuelve especialmente importante en nuestro tiempo, cuando los llamados medios de comunicación, lejos de simplemente mediar, se interponen entre las generaciones como fabricantes de estereotipos, a menudo forzando a la juventud a vivir las caricaturas de las imágenes que al principio habían (tan solo) proyectado en forma experimental”.
Fue él quien  introdujo el concepto de moratoria psicosocial (3) de la adolescencia, para referirse  a  un período de demora que parecieran necesitar algunos jóvenes en lo que respecta a la asunción de compromisos adultos, cuando aún no están listos para cumplir obligaciones y requieren, por tanto, de darse tiempo a sí mismos.
Según este autor, cada sociedad institucionaliza ciertas moratorias para sus jóvenes, que coinciden con los aprendizajes y las contingencias que están de acuerdo con los valores de dicha sociedad. Trasladándonos al momento actual, observamos que  no siempre estas moratorias tienen que ver con períodos socialmente considerados productivos como lo son por caso los estudios universitarios, sino que muchas veces, resultan en  un lapso para todas esas experiencias vinculadas  al “no hacer nada socialmente productivo” ( no trabajar, no estudiar) como  también aquellas vinculadas a la experimentación a través del ensayo y error como lo son comenzar y dejar carreras o trabajos luego de cierto tiempo.
Como quiera que sea que este fenómenos se presente ante nuestros ojos, ya de suaves cuasi imperceptibles maneras , o de otras más preocupantes, como cuando dejan de asistir a la escuela, abandonan el empleo, pasan las noches fuera de su casa, o se aíslan en actitudes caprichosas e incomprensibles, es importante no perder de vista, nos recuerda Erikson (3), que se está jugando allí un campo de pruebas en cuyo transcurso los adolescentes y jóvenes buscan la oportunidad de ensayar, vivenciar, sondear, probar, en un intento constante y por momentos fallido de forjar su propia identidad .
En la actualidad, este “método” de demora y rodeo, aparece con cierta tendencia a alargarse en el tiempo en muchos jóvenes. De ahí que se torna necesario señalar que por tratarse de un período que como tal  llegará a su  fin, resulta clave  tener en cuenta que, más allá de eventuales bloqueos e inhibiciones que puedan producirse y que requieran algún tipo de ayuda para su superación, estas “tardanzas“, se refieren en general a procesos normales del crecimiento.
Y que es de vital importancia en esta etapa, según nos señala dicho autor, no asignar un rótulo a los jóvenes, mediante apresurados diagnósticos o juicios sociales que ignoran  las particulares condiciones dinámicas de la adolescencia.
Otros autores, entre ellos, Donald Winnicott,  se han ocupado también del estudio y comprensión de este período vital. Pediatra y psicoanalista, en su artículo  “La adolescencia“ ( 1960) escribió:” Existe un solo remedio efectivo para la adolescencia ,el transcurso del tiempo y los procesos graduales de maduración, factores que actuando en forma conjunta, conducen finalmente al surgimiento de la persona adulta…es fácil suscitar una irritación general contra el fenómeno de la adolescencia a través de la acción del periodismo barato y de declaraciones públicas de personas que ocupan posiciones claves, en las que se habla de la adolescencia como un problema…”
Este autor pone el acento en el aspecto de inmadurez, al cual considera un elemento esencial de la adolescencia;  una parte preciosa de la escena adolescente según él, porque contiene los rasgos más estimulantes del pensamiento creador, sentimientos nuevos y frescos, ideas para una nueva vida dice él.
Winnicott (4) es uno de los autores que destacó especialmente la importancia vital del ambiente y el marco familiar para los procesos del crecimiento humano en general desde el momento del nacimiento, y de manera especial  durante la etapa adolescente.
Señaló que  a lo largo del camino hacia la madurez, cuyo logro siempre es gradual, los adolescentes dan a sus padres muchos dolores de cabeza debido a la brusca alternancia entre una necesidad de independencia desafiante y una dependencia regresiva: “…miren a estos encantadores adolescentes dedicados a vivir su adolescencia; debemos tolerar cualquier cosa y dejar que nos rompan las ventanas… no es esto lo que quiero decir, sino  que es a nosotros a quienes se desafía y debemos enfrentar ese desafío como parte de la función de la vida adulta”
Insiste en la necesidad del acompañamiento y contención parental, familiar y de la sociedad durante esta etapa, a través del establecimiento de un ambiente que ha de ser facilitador y lo bastante bueno.
 De más está decirlo, sabemos que existen infinidad de autores que desde sus propias disciplinas han abordado este período de la vida y sus formas de manifestación actuales. Psicoanalistas, psicólogos, sociólogos y filósofos han abundado en las implicancias, por caso, de la posmodernidad y las marcas que genera ya en los sujetos, ya en la  trama social que conforman, y de que manera impactan y se manifiestan estos estilos posmodernos en las distintas franjas de edad y en la juventud en particular.
Existen también opiniones, puntos de vista e interpretaciones diversas que como individuos integrantes de una sociedad, constantemente vamos generando en relación a cualquier problemática relativa a lo humano; miradas que varían de acuerdo  al marco teórico, ideológico y también vivencial desde el cual se  aborde cualquier situación y que estarán además, en la mayoría de casos, influenciadas por las explicaciones vertidas por expertos en la materia y como  hemos  reiteradamente señalado, por los medios de comunicación.
En referencia al tema de los intitulados jóvenes ni-ni que nos ocupa, cabe una última pregunta, dado que como hemos visto existen variados enfoques posibles. La de si una denominación acuñada con el objetivo de clasificar y/o explicar algo que constituye un fenómeno actual, observable en nuestra sociedad, probablemente sin más intención que no sea la de hallar un nombre englobante para un colectivo de personas a las que les sucede la misma cosa, podría llegar sin embargo, a deslizarse  hacia un indeseable territorio de encasillamiento, descalificación y enjuiciamiento de aquellos que incluye dentro de su categoría.
Creemos que vale dejar planteada la cuestión, ya que es sabido, cualquier caída  en miradas estigmatizantes, sería de  poca ayuda a la hora de intentar describir  adecuadamente, y menos aún si lo que se quisiera fuese comprender y acompañar  las dificultades que encuentran los jóvenes en el camino  de crecer.
“…no existe sociedad a no ser como estructura producida, mantenida y reconstruida a cada rato por los individuos; no hay realización personal sin sociedad, ni sociedad fuera de los procesos de crecimiento colectivos de los individuos que la componen.”
Donald W. Winnicott (5)

Bibliografía citada:
(1)   -  Generación NiNi. Jóvenes sin proyectos que ni estudian ni trabajan. Alejandro Schujman. Lumen 2011.
(2)   – Infancia y sociedad. Erik H. Erikson. Ed. Hormé
(3)   – Identidad juventud y crisis. Erik H. Erikson. Ed. Paidós y Hormé .
(4)   – Los procesos de maduración y el ambiente facilitador. Estudios para una teoría del desarrollo emocional. Donald W. Winnicott. Ed. Paidós
(5)   – Realidad y juego. Donald W. Winnicott. Ed. Gedisa




lunes, 6 de mayo de 2013

Coordenadas del próximo taller para padres!

...Como decíamos en la entrada anterior, reflexionar es lo que importa. Como manera de superar obstáculos, como herramienta de cambio.
Se puede formar un grupo de reflexión en torno a una gran variedad de temas. Mi propuesta es centrarnos en torno al tema de padres e hijos,y en esta ocasión, abordar específicamente la relación con los hij@s adolescentes.
Les dejo entonces la invitación al grupo que coordinaré a partir del 14 de agosto:

ü  Está dirigido a madres y/o padres que quieran reflexionar sobre el vínculo con sus hij@s adolescentes y los desafíos actuales que implica esta tarea.

ü  Constará de cuatro encuentros que se desarrollarán bajo la modalidad de taller. 
      
“Ser adolescente HOY- Ser madre/padre de adolescentes en la sociedad de HOY”

- Función de los padres en el vínculo con el hijo/a adolescente. Dificultades en el contacto intergeneracional: algunos rasgos  de época.

- Características de la transición adolescente; crecimiento y cambios.

- La adolescencia como período no lineal: demoras- retrocesos-atascamientos temporarios.

- Ser adolescente en nuestra sociedad HOY; una tarea difícil. 

Zona: Quilmes centro ( interesados de zona Berazategui-Hudson consultar)
Comienzo: Miércoles 14 de agosto.
Horario: 19.30 hs
Duración: alrededor de 1hy media/ 2 hs cada encuentro.
Inscripción previa. 
                            
Teléfono: 1554971500
Mail: monicaro05@yahoo.com.ar